-¡ estás castigado sin.... ¡ La palabra castigo es frecuente en los mayores como manera de corregir a los mas pequeños. Pero, ¿ es realmente eficaz ?
El famoso te castigo sin salir, sin ver la tele o sin jugar a la play no enseña al menor, no existe una relación directa con la conducta que pretendemos que el niño cambie y por tanto no es de utilidad para que haya un aprendizaje. Ya que el niño simplemente busca otra alternativa ante la prohibición de hacer algo: si le dicen que está castigado sin tele; buscará otra manera de entretenerse, como por ejemplo, con el móvil, leyendo un libro o realizando cualquier otra cosa.
¿ Qué diferencia hay con respecto a la consecuencia educativa? El castigo educativo tiene que costar un esfuerzo al niño para que le ayude a autocontrolarse y para que la siguiente vez que haga aquello que esta mal, el niño se lo piense dos veces. Ésta es la característica más importante del castigo educativo, que al niño le cueste algo.
- Si por ejemplo, se le llama reiteradas veces para cenar y no lo haze, se le retira la comida y se le da un yogurt o una fruta.
-Si no quiere realizar la tarea por la tarde, se le despertará mas temprano de lo habitual para que la realize y vaya al colegio o instituto.
-Si no pone la ropa sucia en la cesta, sino que la deja tirada por el cuarto, se le dirá que no se le lavará la ropa y que se tendrá que volver a poner una ropa ya usada.
Como se puede observar, todos estos ejemplos se circunscriben en el contexto donde el niño realiza una conducata indeseada, tienen relación las consecuencias con lo que queremos cambiar del niñ@ y además un factor importante es que éste ha de involucarse para reconducir su comportamiento negativo.
En resumidas cuentas, una buena consecuencia es aquella que enseña, se relaciona con la mala conducta y el niño está involucrado.
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